A los duendes les conté una vieja historia en el río ayer.
Cuando estaba ya a punto de acabar, vi un cuerno asomando por
la montaña, ¡Era el jefe de policía! Un gran unicornio. Asustados salimos
corriendo, miramos atrás y había una gran horda de unicornios mágicos
persiguiéndonos y tirándonos rayos láser, al final conseguimos escapar.
Unos días más tarde volvimos al río los duendes y yo para ver
que había pasado. Tras varias horas de búsqueda un duende, grande y fuerte
encontró una bolsa con unos polvos blancos ¡Era droga! Inmediatamente fuimos a
denunciar esto a comisaria.
El jefe de policía nos dijo que llevaban ya varios meses
buscando a los verdaderos traficantes, y que el otro día nos habían confundido
con ellos. Los duendes le dijeron al jefe de policía si podían trabajar con él
en este asunto. Les dijo que sí.
Tras varios meses de búsqueda encontramos a los verdaderos
traficantes. Eran unos ogros con un solo ojo. Por este logro el jefe de policía
les regaló el uniforme oficial. ¡Ya eran policías!
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