jueves, 6 de febrero de 2014

Las hojas secas

Un día en el campo, un campesino que  estaba paseando vio dos hojas en el suelo, ante su gran sorpresa, hablando. La primera decía que había llegado hasta allí arrastrada por la corriente de un río, la segunda decía que a ella la había traído un  remolino de viento. Se pusieron a recordar toda su vida. Cuando brotaron, cuando se desprendieron del árbol, cuando desde la rama observaban su reflejo en el agua cristalina, aquellos atardeceres en la montaña… Todo lo que recordaban era maravilloso, como un sueño que duraría siempre, hasta que un día, al lado de su árbol, pasó una joven muy triste, un chico le preguntó qué le pasaba. Le dijo que, al igual que esas dos hojas secas, ella también moriría algún día. Las dos hojas no podían creerlo, ellas no querían morir. Recordaron ese día con gran tristeza, como si las acabaran de despertar de un sueño. Se acercaba una ráfaga de viento, las dos hojas se despidieron para siempre.

Opinión:

Esta leyenda me ha gustado mucho, es muy bonita y tranquila. Me parece que quiere simbolizar la vida, y quiere explicar que lo bonito, por maravilloso que sea, no dura siempre. Creo que está muy bien redactada y es entretenida.


Lucia Iglesias Peréz.
1º C

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