MICRORRELATO
Hace cientos de años, reinó en
China una emperatriz llamada Sofía-Wang-Xu-Cree. Ella tenía la rara costumbre
de matar a uno de sus esclavos cada noche a las 3:30 como sacrificio a la diosa
Sofía Wang-Xu-Cree-For. Una noche, se disponía a matar a una esclava japonesa.
Cuando sacó el sable se dio cuenta de que eran las 3:37 de la madrugada. Como
no había sido puntual la diosa Sofía-Wang-Xu-Cree-For, se comió a la
emperatriz. Profirió unas extrañas palabras y China comenzó a arder.
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