viernes, 11 de abril de 2014


MICRORRELATO

Hace cientos de años, reinó en China una emperatriz llamada Sofía-Wang-Xu-Cree. Ella tenía la rara costumbre de matar a uno de sus esclavos cada noche a las 3:30 como sacrificio a la diosa Sofía Wang-Xu-Cree-For. Una noche, se disponía a matar a una esclava japonesa. Cuando sacó el sable se dio cuenta de que eran las 3:37 de la madrugada. Como no había sido puntual la diosa Sofía-Wang-Xu-Cree-For, se comió a la emperatriz. Profirió unas extrañas palabras y China comenzó a arder.


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